traductor

viernes, 24 de agosto de 2012

exponer-exponerse


 Estos días estoy inmerso en la exposición "recortes" y ya han pasado por la muestra más de un centenar de visitantes y de alguna manera he observado  el  tipo de espectador , que en ocasiones, reflejan la clase de sociedad que hemos ido conformando en los últimos años.


Hay gentes que son de admirar por tener ese maravilloso poder (propio de aquellas series " b" de  superhéroes o de aquellos mundos "marvelianos" donde la mirada era veloz y fulminate) de tener la capacidad de poder ver una exposicion, como la mia (una treintena de obras ), en 10 segundos de ignorancia.


Otro personaje, que en toda muestra deambula, es aquel que te habla (mientras mira un cuadro tuyo) del primo, el abuelo o el cuñado y te dice con voz profunda ; "...esos si que pintaban...".
Siempre pienzo que cuando salen de la exposición, si tienes suerte, hablarán medianamente bien de la obra pero nunca, ni ante un pelotón de fucilamiento reconoceran ante tí que algo de lo que haces les gusta.

Los conocidos y amigos, es en ocaciones, es ese colectivo que de forma clara te miran diciendo ,cual perro abandonado, "...te aprecio pero no entiendo lo que haces...".En estos casos se les da canapé en la inaguración y se limita uno hablar de fútbol o de la última chorrada vista en Youtube. De esta forma poco a poco se olvidarán de quedar bien contigo y saldran de la expo a tomar algo.

El "realista" es aquel que siempre ve la muestra y pregunta con voz baja,"...¿y..se vende?...". Da igual todo lo demás. Ante está pregunta siempre pienso lo mismo, ¿Esa es la función de exponer?.Yo creo que como decía el gran Picasso; "El pintor es el que vende lo que pinta, no el que pinta para vender".


 
Título: “El grito del autómata” Técnica: Carboncillo, grafito sobre papel..
Este cuadro habla del grito del autómata social. La persona grita siendo el logro de un sistema que manipula, oprime, margina y llena de miedos a la población

Los artistas viendo exposiciones, somos como un vegetariano entrando  en una carnicería ,queremos ser respetuosos con el otro, pero nuestros principios nos hacen que en muchas ocaciones la putrefacta carne nos destroce el estómago ,viendo alguna ferías he sentido esto.

Actulmente no creo que todo lo que sea museable o expositivo tenga que gustarnos, debemos -con respeto- decir; "...esto no me gusta, no comparto esta forma de trabajo, eso es una infantilada..."Intentemos acercarlos al artista y hagamos esas reflexiones con el ,en el comflicto artístico está el aprendizaje, no en el "soveteo" intelectualoide envuelto en el canapés.
He dejado para el final ,"el postre" por el que uno trabaja, ese visitante de exposicion que viaja con uno en cada cuadro como si recorriera las pinceladas como un camino por el que se transita. Gracias a ese mirador y miradora de cuadros que sin prejuicios se asoma al marco de cada uno de mis óleos y crílicos, intentando entender algo nuevo y dejandose embaucar o seducir por el argumento de mi obra .
Para ellos, vale la pena seguir trabajando, para los otros, como decía el gran poéta Gran Canario Lezcano; "...esos que cojan la maleta"