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sábado, 27 de julio de 2013

Aguantaré...

 
En estos momentos donde todo se nos presenta en modo culebrón de chorizos, que cada día aparecen en la ventana de la vecina, que se ha convertido la tv, me toca mirar al horizonte y respirar profundo. Que tiempos duros estamos viviendo donde el último de la clase marca y abandera el lugar de la pizarra y define la pauta a seguir. Yo,  pese a todo, me niego a quedarme en el pupitre de la conformidad, quiero salir de la clase aunque suspenda el curso.

En estos momentos siento que ni ese derecho se nos respeta, somos sin dudarlo la generación que ha sido engañada en muchos aspectos: nos formamos y luchamos porque este país se modernizara e hiciera de la cultura el baluarte de una nueva región, la Canaria, y de un nuevo país.

Que engaño.

Han marcado la senda de este camino hacia el futuro: el especulador, el corrupto y el saqueador político y el dinero manejado a su antojo de la banca. Ante todo esto me queda mirar hacia , lo que el pensamiento metafísico define como “La fuente”, y dejarme llevar como a lo largo de estos años.

Algunos la llaman inspiración, para mi es el dialogo entre lo que nos ha dado la vida (Dios, universo, Átomo...) y la materia a través de la fuerza creativa que todo lo puede. Por eso el acto creativo es tan potente, como si los sentimientos entrarán en ebullición constante.

En estos días he vivido esta experiencia. Yo modelé, con  arena fina, una cara que poco a poco dejaba de ser arena para convertirse en algo lleno de vida y recordé la frase de Miguel Ángel cuando decía que el David estaba dentro del bloque de mármol el solo había quitado, lo que sobraba. Que buena definición del arte.

Mi pequeña cara, hizo que delante mía, una mujer con su niña formara dos caras arcaicas de arena que en un acto de vergüenza, convirtió de nuevo en arena pero demostró, la maravillosa fuerza del acto creativo. De repente la arena, masificada por todos los bañistas, se convirtió en una oportunidad de expresión.

Crear puede ser: barato, mágico y transformador que más se puede pedir.

Les mando un enlace muy interesante sobre el poder de la intención.